Kriya para mantener el cuerpo hermoso.

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Nuestro cuerpo es, en esencia, hermoso. Y no son sino la tensión, ansiedad, negatividad, los hábitos de alimentación, el ego, y sobre todo nuestras ataduras las que reducen nuestra vitalidad y nos debilitan. Pero, dado que somos tan sensibles a nuestras propias acciones, podemos ayudarnos a nosotros mismos a mantenernos sanos y hermosos.

La kriya que hoy publicamos es muy sencilla, pero proporciona una transformación muy potente. Es una de nuestras favoritas, ya que la practicamos durante una cuarentena (escribiremos sobre las cuarentenas más adelante) que nos dejó muy buen sabor de boca ¡y de cuerpo!. Sin embargo, y a pesar de ser una kriya cortita y rápida que solamente cuenta con 3 posturas muy básicas, sí queremos aconsejarte que, si nunca has hecho Kundalini Yoga, vengas a compartirlo con nosotros. Hacerlo tú sol@ en casa está muy bien si ya has practicado antes, pero si no, deberías ser supervisado por un profesor certificado por KRI.

Sin más, ponte ropa cómoda, asegurate de tener media horita para ti y busca un lugar cómodo, aislado, en el que nadie te moleste y que te inspire.

1. Abrir el espacio:

Coloca tu columna recta y une tus manos por las palmas en el mudra de oración, pegando tus pulgares al esternón. En esta posición, mantén una respiración profunda, dejando que se vacíe tu cuerpo de aire totalmente, y volviendo a llenarte. Deja que tu cuerpo se calme, observa que tu columna esté recta, y, cuando estés preparado/a (no tienes prisa, estás tú solo/a y puedes dedicarte el tiempo que necesites antes de comenzar), inspira profundamente y entona el Adi Mantra (“Ong namo gurú dev namo”), vuelve a inhalar y cántalo un total de 3 veces. Cuando termines, coge aire de nuevo, retenlo en tu interior, suéltalo y mantente en esta postura unos segundos antes de iniciar la kriya. Ya has abierto el espacio.

 2. Postura fácil.

Permanece en postura fácil y en gyan mudra, con la columna recta, cierra los ojos y respira larga y profundamente por la nariz. Concéntrate en el tercer ojo, por encima del entrecejo y hacia adentro. Con cada respiración, conéctate con tu divinidad y con el flujo de la vida. Mantente así durante 3 minutos; y para finalizar inhala, retén brevemente, exhala y relaja la postura. Así:

Postura Fácil3. Postura de la rana.

Colócate en cuclillas: deja que las puntas de los pies estén sobre el suelo, eleva los talones y deja que se toquen arriba. Separa las rodillas todo lo posible. Apoya las manos en el suelo, entre los muslos, y aplica un suave Jalandarabhanda.

Inhala profundamente y eleva los glúteos, estirando las piernas, alzando la cadera y bajando la cabeza hacia el pecho. No separes las manos del suelo ni bajes los talones. Exhala y vuelve a la postura inicial, en cuclillas. Así:                                               Postura de la Rana

Repite este ejercicio 9 veces más (es decir, “haz 10 ranitas” en total). Tras las 10 ranitas quédate abajo, haz 3 respiraciones largas y profundas y, en la última, exhala todo el aire y retén la respiración por fuera, aplicando Mulabhanda. Mantente así de 10 a 20 segundos. Permanece en esta postura, percibiendo como la energía se eleva por tu columna.

Repite de nuevo 26 ranitas y, en la última, vuelve a quedarte abajo para hacer 3 respiraciones profundas. Del mismo modo que antes, exhala, retén el aire fuera, y vuelve a aplicar Mulabhanda de 10 a 20 segundos.

4. Postura de la pinza.

Sentado con las piernas estiradas hacia el frente, cógete de los dedos de los pies con las manos. Relájate en esta postura haciendo una respiración larga y profunda durante 3 minutos, notando como tu cuerpo se relaja y baja más con cada expiración. Así:

Postura de la Pinza5. Relajación.

Túmbate, tápate, y relájate durante unos pocos minutos (3 o 5).

6. Meditación:

Recita o canta el Mul Mantra 11 veces. Puedes ponerte de fondo una grabación para acompañarte, o recitarlo de memoria. Si todavía no te lo sabes, te lo recuerdo para que no tengas que buscarlo.

Ek ong kar, sat naam, karta purkh, nirbho, niver,
Akal muurat, alluuni, sebhang, gur prasaad. ¡Llap!
Aad sach, llugad sach, jebhi sach,
Naanak josi bhi sach.”

Para tu comodidad incluímos un enlace a una versión del Mul Mantra que nos gusta para acompañar la meditación, aunque puedes escoger la que tú prefieras.

7. Cierra el espacio.

Para finalizar, quédate unos segundos en postura fácil tras la meditación, permitiendo que tu cuerpo y tu mente asuman todo el trabajo que acabas de hacer. Entonces, cuando te sientas preparado para terminar la práctica, vuelve a unir las palmas de tus manos en el mudra de oración; coge una profunda inhalación, y canta (o recita):

 “que el eterno sol te ilumine, el amor te rodee

Y la luz pura interior

Guíe tu camino, guíe tu camino, guíe tu camino.»

Vuelve a inhalar profundamente, y expulsando todo el aire entona “Sat Nam”; repite este proceso 3 veces.

Ya has cerrado el espacio, y finalizado tu práctica.

¡Enhorabuena!.